La semana pasada veíamos una gran selección de chiles y sus grados de picor y esta semana, aprenderemos a tratarlos y entenderlos.
Como bien sabéis, en Sakura Creative Mind siempre abogamos por conocer y entender el producto porque sólo de este modo sabemos lo que comemos y cómo sacarle el mayor partido posible.
Los alimentos picantes son un elemento básico de las cocinas en muchas partes del mundo por lo que si quisieras darle una oportunidad a este producto, es importante saber cómo manejarlo, prepararlo y comerlo así a cómo calmar los efectos que producen.
¿Por qué a algunas personas les gusta el picante?.
Se supone que la especie humana es más inteligente que los cerdos, los ratones y otros animales así que, ¿por qué sufrir de modo innecesario?.
Pues básicamente porque las neuronas de nuestro cerebro son las responsables de gestionar el placer y el dolor y éstas, están conectadas entre sí.
Esto explica por qué mucha gente tiene la necesidad de vivir un "subidón", especialmente cuando están relacionadas con el dolor, el peligro y/o el riesgo y uno de esos "subidones" puede ser provocado por la comida picante.
Esto explica por qué mucha gente tiene la necesidad de vivir un "subidón", especialmente cuando están relacionadas con el dolor, el peligro y/o el riesgo y uno de esos "subidones" puede ser provocado por la comida picante.
Entendiendo el impacto del picante
La gente tiende a asumir que la comida picante causa úlceras, acidez estomacal y otras incomodidades gastrointestinales pero de hecho,nada más lejos de la realidad ya que hasta la fecha, no hay nada que relacione la comida picante con dichos problemas. Si tú sufres de alguno de estos síntomas, es probable que sea porque eres más sensible de lo normal igual que muchos otros lo son a la lactosa, grasas, etc.
- Es más, según muchísimos estudios científicos, el picante puede llegar a ayudarte a consumir menos calorías ya que reduce la sensación de antojo de dulces y grasas; incrementa la quema de calorías ya que el picante hace que se aumente nuestro calor corporal, tiene un gran impacto en los niveles de colesterol y, sorprendentemente, reduce el producción de ácidos gástricos.
- Utiliza guantes siempre que vayas a manipular chiles. O al menos, lávate las manos MUY a conciencia.
- Protege tus ojos y demás áreas sensibles. Evita a toda costa el tocarte la cara, frotarte los ojos, la nariz o la boca. Si tienes esta manía, quizás te interesaría considerar el utilizar algún tipo de gafa.
- De igual modo, es importante que si necesitas ir al baño o tienes comezón en ciertas áreas, asegúrate de limpiarte las manos cuidadosamente (aunque insisto en que la mejor opción es utilizar guantes).
- Las partes más picantes del chile son las semillas y las membranas interiores (normalmente blancas). Es donde más capsaicina se encuentra. Asegúrate de limpiar bien el chile de estas partes y verás como el picor se reduce.
- Los aceites procedentes de los chiles se pueden transferir fácilmente a los cuchillos y a las zonas de corte. Lo mejor es lavarlos muy bien con agua y jabón bien caliente para prevenir que estos aceites se mezclen con otros alimentos.
Comienza a comer comida picante
Una vez más, nuestra recomendación es que vuelvas a echar un vistazo a nuestra tabla de chiles y picantes y comiences por las graduaciones más bajas.
- Si no tienes mucha experiencia con el tema del picante, puedes empezar por añadir pequeñas cantidades de picante a tu dieta diaria a través de una sopa o incluso unas gotas de salsa picante en tu ketchup o mayonesa.
- Si te decantas por un chile, lo mejor es que los mantengas a la vista y como acompañamiento. De este modo podrás controlar la cantidad que ingieres.
Una vez que tengas conozcas tu tolerancia, puedes comenzar a cocinar con ellos e incluirlos en salsas y otras preparaciones.
Come despacio y saborea el picante
En lugar de pensar que posees una gran tolerancia y que puedes manejar el picante de una vez, los mejor es que vayas tomando pequeños bocados; especialmente durante el tiempo en el que estás construyendo tu tolerancia al picante.
Consumir capsaicina en pequeñas dosis ayudará a tu cuerpo a absorberla con más eficiencia.
No te fuerces
No te fuerces
Todos somos diferentes. En todos los aspectos. Hay quien tolera mejor el alcohol y otros que con una copita de vino ya nos sentimos achispados; y con el picante ocurre lo mismo.
Mientras yo me encuentro en los niveles más bajos, #MiAmericano suele consumir niveles medios de picante... ¡y tan campante!.
- Si sientes que has alcanzado tu límite de picante quizás deberías de plantearte que no hay un "mas allá" para tí. Piensa mejor en los progresos que has echo y ¡disfruta de tus logros y sus sabores!.
La leche es quizás el tratamiento ideal para la quemadura de capsaicina.
- La leche contiene la caseína de la proteína, que trabaja para enviar las moléculas de la capsaicina lejos de los receptores de los nervios de la boca.
- La leche fría proporciona un efecto refrescante y mitiga la sensación de ardor.
- Procura que sea leche entera. Las grasas que contiene la leche crean una capa en la lengua y la boca lo que, de nuevo, proporciona un efecto calmante.
- Otros productos a base de leche, como el yogur, ayudarán también.
- Ésta es una de las razones por las que las conocidas Búfalo Wings (más adelante veremos esta receta) se sirven tradicionalmente con una salsa ranch, los platos mexicanos con crema agria, así como los curris son acompañados a menudo una salsa del yogur.
A pesar de que la leche es la mejor opción, puede que no siempre sea lo que tengas a tu disposición o que incluso seas intolerante a la lactosa.
- La capsaicina es soluble en alcohol lo cual significa que las bebidas alcohólicas quizas puedan ayudarte a reducir parte del picor.
- La capsaicina además, es soluble en aceite. Siempre puedes intentar a hacer gárgaras con un poquito de aceite vegetal o de oliva.
También, algunos alimentos con alto contenido en grasas como el chocolate negro quizás te ofrezca algo de alivio. - Agua azucarada es otra opción. Los sabores dulces ayudan a enmascarar el picante. Ésta solución azucarada crea una especie de capa protectora que ayudará a suavizar el calor en la boca. Eso sí, como en el caso del aceite, lo mejor son las gárgaras.
- Aléjate del agua simple. Por más que pienses que el agua fría te ayudará a rebajar el calor lo único que lograrás con ello es redistribuir toda la capsaicina por toda tu boca y hasta por la garganta.
Calma el calor
El frío alivia las quemaduras, ya sean causadas por el calor real o la capsaicina.
Puedes pre-tratar la boca con algo frío para ayudar a entumecer los receptores nerviosos, o usarlo después de tomar un alimento picante.
- Trata de comer fruta fría (las cuales aportan azúcares) o helado (que además de azúcares contienen caseína) junto con tu plato picante.
- Un milkshake (batido que contenga helado) proporciona lo mejor de todos los mundos (frío, grasa, azúcar, efecto de revestimiento y buen sabor para arrancar).
- Intentar con hielo picado para refrescarte la boca es contraproducente ya que mientras se derrite, tendrá las mismas propiedades en la capsaicina (extender el picor como en el caso del agua fría).
Absorbente del picor
¿Te has fijado que la mayoría de platos picantes se sirven acompañados de arroz y de pan?. Pues esto se debe a que estos 2 alimentos absorben la capsaicina mucho antes de que llegue a afectarte.
- Al igual que una buena esponja, los alimentos ligeros, aireados y texturizados funcionan mejor para suavizar la capsaicina. Alterna la el picor con el alimento "esponja" que hayas elegido.
Algunas personas incluso, recurren a las nubes (marshmallows) ya que además de aportar el elemento esponja, nos dan dulzor para contrarrestar el picor.
¡Y hasta aquí nuestra guía de hoy!. La semana que viene nos introduciremos en el mundo de las salsas picantes.
Un abrazo,
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