Si hay algo que me encante a mí son las acelgas.
Las acelgas, los canónigos, las lechugas de todos los colores, variedades y nombres habidos y por haber.
En general, lo "verde que te quiero verde".
Si es que, ya lo digo yo últimamente... Necesito un novio que tenga un huertecito (con un suegro también me apaño, ¡eh!), así que si hay alguien dispuesto ya sabes ;)
Total, que me lancé este domingo pasado y.. ¡Ay madre!. ¡¡Que gozada!!.
Ingredientes para la pasta:
- 200 gr de harina
- 60 gr de acelgas ya cocidas (también las podéis triturar crudas)
- 1 huevo
- 2 cucharaditas de aceite de oliva virgen
- Sal
- harina para estirar y evitar que se pegue
Preparación:
- Triturar el huevo con las espinacas y la sal.
- En un plato amplio formar un volcán con la harina e introducir la mezcla huevo+espinacas y las dos cucharaditas de aceite en el centro de este y empezaremos a remover desde el centro hacia fuera para ir incorporando poco a poco la harina. (Lo haremos así hasta que sea complicado con el tenedor, entonces lo pasaremos a la mesa de trabajo y empezaremos a amasar suavemente con las manos, incorporando toda la harina y mezclado bien).
- Cuando tengamos la masa lista, lisa, brillante y que no se pega, la envolveremos en film transparente y dejaremos reposar al menos media hora para que se relaje la masa y poder estirarla bien.
- Pasado el tiempo de reposo hay dos caminos, si tienes máquina, ya sabes cómo hacer o, si por el contrario, eres de aparatos manuales y ancestrales como yo tendrás un rodillo o una botella, entonces te toca darle al brazo.
- Empezaremos a amasar con el rodillo desde el centro, unas cuantas vueltas al centro para estirar luego desde ese punto la masa.
- Se va estirando por partes y hay que ir girándola sobre sí misma para darle una forma redonda, de elipse… y estirar así más uniformemente la masa. Hay que ir añadiéndole harina, muy poquito a poco sobre la masa para que esta no se nos pegue y sea más fácil de manejar.
- Ahora viene el momento corte, podéis optar por cuchillo si no hay máquina, poco a poco y con buena letra.
- La enharináis un poco para que no se pegue y la dejáis colgada (podéis utilizar perchas) o bien estirada sobre una mesa.
Estirad, estirad y estirad mucho; que os quede una capa muy finita.
Como masa base es perfecta para creo, cualquier salsa pero yo opté por hacer una salsa carbonara; la original, no la que se hace comúnmente con nata.
Ingredientes para la Salsa Carbonara:
- 50 gr. de panceta
- 3 yemas de huevo
- 40 gr. de queso parmesano o pecorino
- 1 diente de ajo
- Sal y Pimienta negra al gusto
Preparación:
- Cortamos la panceta en tiras y la ponemos a dorar en una sartén.
- Pelamos el diente ajo y lo ponemos junto a la panceta retirándolo cuando esté dorado para que no amargue.
- Por otro lado, batimos las yemas de los huevos e incorporamos el queso rallado junto con una pizca de sal y pimienta.
- Cuando la pasta esté al dente, la escurrimos; y sin dejar que se enfríe la pasta, la mezclamos con el huevo batido, que se cocinará con el propio calor de la pasta.
- Añadimos la panceta dorada y servimos con queso rallado y pimienta espolvoreada.
Os aseguro que jamás he probado una pasta más rica que esta, que además, con esta salsa queda tan suave, pero a la vez los sabores están muy marcados.
Eso sí, el trabajo que da el hacerla (que parece más costoso de lo que en realidad es) compensa un 110%.
En casa la bauticé como "receta dominguera".
Nos vemos en las redes ;)
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